Dentro del concepto “marketing” hay muchas subcategorías, siendo una de ellas el marketing del miedo que es una estrategia algo agresiva que en ocasiones puede resultar contraproducente pues no siempre logra atraer la atención de los clientes.
¿Ya la conocías? En este artículo te explicamos qué es y las razones por las que no deberías usarlo en tu negocio.
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¿Qué es el marketing del miedo?
Cuando decimos marketing del miedo probablemente pienses en “halloween”, “sustos” o incluso “bromas” y ojo, que en este último puede entrar el concepto “prankvertising” o publicidad a través de bromas. No obstante, en lo que al concepto marketing del miedo se refiere nosotros nos referimos al lado oscuro del marketing, por llamarlo de alguna manera.
El marketing del miedo es aquel marketing que en lugar de atraer clientes promueve todo lo contrario, es decir, efectos de histeria, desagrado e incluso discriminación ante la marca.
¿Cuáles son las características del marketing del miedo?
Este tipo de marketing se deja liderar por factores que contribuyen e incitan el miedo tales como las crisis financieras, desequilibrios ambientales, política, asuntos relacionados a problemas psicológicos y sociales, etc.
Incluso, podríamos añadir, cae un poco en lo controlador y chantajista.
Diferencia con el halloween y el prankvertising
Ahora bien, el usar el halloween en tus estrategias de marketing no tiene porqué causar terror, bueno, sí debe, siempre y cuando utilices payasos o cualquier otro monstruo o espectro relacionado al día y no situaciones controladoras.
La diferencia entre el marketing del miedo, el halloween y el prankvertising radica en que el primero causa aversión hacia el negocio y/o la marca mientras que los otros dos incitan a la curiosidad y el recuerdo de una buena estrategia de propaganda.

Por ejemplo: una buena estrategia de marketing estacional utilizando el halloween es la de Doritos que sacó un producto el 31 de octubre con temática de ese día.
Aquí puedes notar cómo fue que la marca usó un gif jugando con el empaque que brillaba en la oscuridad y los dibujos típicos de un cartel “halloweenesco”.
Algunos otros ejemplos de marcas liberando contenido “espeluznante” para atraer clientes fueron:
En contraparte, el prankvertising corresponde a los términos “prank” y “advertising” que significan de manera aislada “broma” y “publicidad”. Ya juntándose, el prankvertising se refiere a la publicidad a través de bromas.
Este tipo de publicidad suele ser más común para películas, marcas famosas e incluso para seguir tendencias virales.
Este tipo de publicidad tiende a volverse más viral pues son más factibles a ser observados por las personas y las demás marcas. Además, es un tipo de publicidad prometedora que trae consigo mucho trabajo tras bambalinas.

Razones por las que NO deberías usar anuncios de miedo
Ahora que te hemos explicado las diferencias entre estos tres conceptos, ¿seguirás aplicando el marketing del terror?
Si aún no sabes las razones por las que no deberías usarlo, a continuación te las listamos:
- Al aplicar anuncios de miedo, se infunde temor como argumento de venta.
- El consumidor puede sentir que el precio es más alto o que hay algún problema con el producto.
- El miedo colectivo dirige hacia una discriminación o rechazo.
¿Te dejarás llevar por el temor?
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